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Conociendo mejor al Padre Poli

Podrías por favor responder a las siguientes preguntas:

 

  1. ¿Quién es el Rev. Hipólito Fernández?

En primer lugar, nací y me crié en la hermosa República Dominicana. Me esfuerzo por ser un “fan” progresivo y centrado en Cristo de la Iglesia Episcopal. Mis valores son la honestidad, la sinceridad y el respeto. Siempre estoy dispuesto a aprender de todos, ofreciendo mis habilidades como herramientas para formar nuestra fe e identidad como creyentes y episcopales. Mis prioridades en la vida son Dios, mi familia (tengo 3 hermosos hijos y una esposa increíble!) y el ministerio, en ese orden.

 

  1. ¿Cuál es su comida favorita?

Una pregunta complicada… ¡Me encanta comer! Realmente disfruto la comida, especialmente cuando está bellamente presentada y tiene una variedad de sabores. Hay un plato llamado “la bandera dominicana” que consiste en arroz blanco, frijoles rojos, ensalada verde con aguacate, carne de res y “tostones” (plátanos verdes aplastados y fritos). Deben servir eso en el cielo….

 

  1. ¿Qué le ha gustado más de Indiana?

De Indiana me ha gustado la gente, el calor humano… ¡Nuestros vecinos nos dieron una linda bienvenida! Hay muchas familias jóvenes y paisajes muy hermosos y variados; me gusta la naturaleza. ¡La gente de la catedral es maravillosa!

  1. ¿Cómo podemos seguir siendo Iglesia durante la era del COVID-19?

Creo que, como comunidad religiosa, estamos haciendo un gran esfuerzo para seguir siendo una iglesia en estos tiempos de distanciamiento físico forzado que nos restringe y nos afecta. Sin embargo, este momento es una gran oportunidad para que la iglesia se revitalice y se centre en aspectos que, a menudo, se descuidan o se pasan por alto. Quiero centrarme en tres de las muchas maneras en las que se puede ser iglesia durante este tiempo: – Lo primero es mantener el contacto con las personas a través de pequeños detalles como llamadas, mensajes, correos electrónicos, un contacto prudente y amoroso.- Este contacto, a su vez, nos ayuda a saber más sobre nuestra gente y aprender de sus necesidades, tener los medios para ayudarlos.- Finalmente, esta era de la COVID-19 nos ha obligado a recurrir a los medios electrónicos de una manera que nunca antes habíamos hecho. Esta nueva realidad está creando las bases para un ministerio mucho más diverso que debe continuar más allá de la pandemia. Creo que la época del evangelismo digital ha llegado para quedarse.