Dios es Relación
Mientras nos preparamos para celebrar el Domingo de la Trinidad este fin de semana, me recuerdo que el teólogo monástico y moderno católico romano Richard Rohr enseña que, en esencia, la verdadera doctrina de la Santísima Trinidad se trata de la conexión. La esencia misma de Dios “es la relación misma,” dice en La Danza Divina: la trinidad y tu transformación. (pág. 44-47)
Nuestra tentación humana es siempre pensar en las tres personas de Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo) como seres independientes y discretos, que funcionan de manera independiente y autosuficiente. Pero Rohr desafía esa forma humana de pensar, diciendo: “¡La autosuficiencia hace que la experiencia de Dios sea imposible! Por eso Jesús apareció en este mundo desnudo, vulnerable, un bebé indefenso acostado en el lugar donde comen los animales. ¡Habla acerca de una relación absoluta! Vulnerabilidad desnuda significa que voy a dejar que me influencien; voy a permitir que me cambies. El Camino de Jesús es una invitación a una forma trinitaria de vivir, amar y relacionarse, en la tierra como en la Deidad”.
Si Dios tiene que ver con las relaciones, entonces la esencia de nuestras vidas como seguidores de Dios, personas que están en el camino de Jesucristo, también tiene que ver con las relaciones: relaciones en las que somos vulnerables, reales y abiertos a ser cambiados e influenciados por unos con otros y unos con otros. Este es un trabajo duro y, sin embargo, es la obra de Dios. Que este Domingo de la Trinidad nos muestre la promesa de Dios, y también nos ilumine y fortalezca para trabajar aún más para vivir en la imagen perfecta e interconectada de Dios.
—El Muy Reverendo Gray Lesesne, D.Min., Deán y Rector |