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Voluntario Destacado: Michael Wilson

 

Ha sido un honor servir en el Desayuno Comunitario de Christ Church Cathedral durante el último año. 2020 fue un año muy difícil para muchos de nosotros, especialmente para los más vulnerables de nuestra comunidad. Ha sido inspirador presenciar la dedicación de un grupo de personas muy cariñosas, manteniendo este desayuno, pase lo que pase.

Aunque no es algo que comparto a menudo, sé lo que es estar en la calle. Yo mismo he estado ahí fuera sin ningún lugar adonde ir y sin nadie a quien acudir. Es muy desagradable por decir así, el no poder prescindir mínimo de las necesidades básicas de la vida como comida y refugio.

Recuerdo la sensación de total impotencia, la vergüenza y la abierta hostilidad que experimenté. A menudo parecía que no se podía hacer nada para cambiarlo. Es fácil para aquellos que nunca han estado en esta situación el decir y creer que estar así, es una cuestión de malas decisiones, y que todos pueden “levantarse por sí mismos si realmente quieren”. Creo absolutamente que cualquiera que quiera cambiar su vida puede hacerlo, pero como escribió Maya Angelou, “Nadie, quiere decir nadie, puede salir de aquí solo”.

Es por eso que me ha animado tanto al ver a la gente de la Catedral continuar sirviendo durante esta pandemia, durante los disturbios en el centro, durante este invierno helado, en todo lo que se nos presente.

Ghandi dijo una vez: “Hay personas en el mundo tan hambrientas que Dios no puede aparecer ante ellas excepto en forma de pan”

Como cocinero, me encanta poder alimentar a las personas con una comida caliente, pero siempre he sentido que la parte más importante de nuestro ministerio era alimentar a las almas con bondad, compasión y respeto. Una y otra vez, veo a nuestros voluntarios poner su corazón a su servicio e ir más allá porque realmente se preocupan.

Como iglesia y el cuerpo de Cristo, no hay obra más importante que expresar el amor de Dios, especialmente a alguien que se siente menos amado, menos querido, menospreciado, desapercibido.

Gracias a mis compañeros voluntarios por tener la oportunidad de ser parte de hacer una diferencia para nuestros vecinos del Círculo. Si no se ha unido a nosotros, cualquier domingo por la mañana puede compartir esta experiencia del amor de Dios en acción.

Contacta a April Culbertson para ser voluntario