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Discurso del Déan del 2022

La reunión anual de 2022 de Christ Church Cathedral se llevó a cabo el domingo 30 de enero. Durante cada servicio de adoración, el Muy Reverendo Gray Lesesne, Déan y Rector de CCC, pronunció su discurso anual como sermón del día. El texto de su discurso está abajo, y el video está disponible en YouTube.


Evangelio del Día: San Lucas 4:21-30

Jesús aprende por las malas: la religión es un asunto difícil. Lucas nos cuenta que la muchedumbre en la sinagoga de su ciudad natal le aclama y, unos instantes después, se llena de rabia y le echa de la ciudad. ¿Los comentarios que parecían irritar a la multitud hasta el punto de hacerla enloquecer? Jesús les recuerda que Dios no envió a los profetas Elías y Eliseo a los supuestos elegidos de Israel, sino a la humilde viuda de Sarepta -alguien insignificante- y al leproso Naamán el sirio -un extranjero-.

La multitud se indigna cuando se da cuenta que su héroe local, el supuesto Hijo de Dios, no va a realizar milagros y sanaciones para ellos, si no que, en cambio, va a dirigir su atención a las viudas, huérfanos y a los que no hacen bien las cosas y a los recaudadores de impuestos y prostitutas y extranjeros. Han venido a la sinagoga con la duda en sus mentes: “¿Qué gano yo con esto?”. Y Jesús les explica que su ministerio, la misión de Dios, está enfocada fuera de las paredes de la sinagoga. El ha venido a “traer buenas noticias a los pobres, a declarar libres a los cautivos y devolver la vista a los ciegos, liberar a los oprimidos, y proclamar el año de la gracia del Señor.” La comunidad no se entusiasmó.  

La gran tentación de cualquier tradición religiosa es siempre que nos volvamos introvertidos y enfocados en el interior. Que hagamos que Dios y la vida espiritual giren en torno a nosotros. No es de extrañar que el mensaje de Jesús provoque una reacción, porque está recordando a la gente de la sinagoga de Nazaret y a nosotros que el verdadero camino espiritual, la vida espiritual, está siempre orientado hacia el exterior y necesariamente conectado con nuestro prójimo. La verdadera vida espiritual consiste en vivir en una comunidad integral con Dios, con los demás y con todos nuestros vecinos.

El 2021 fue definitivamente un año en el que la Iglesia Catedral de Cristo atendió el llamado de Jesús de salir a nuestra comunidad, a nuestro vecindario. Por supuesto, ayuda el hecho de que estuvimos encerrados durante gran parte del año 2020…. ¡todos nos moríamos por salir y hacer algo, cualquier cosa! Si alguna vez hubo un indicio de esperanza en los nubarrones del COVID-19, es éste: la iglesia se vio obligada a salir (de forma creativa) de nuestros edificios, a llevar nuestro mensaje de esperanza y amor de Dios al exterior. Una de nuestras primeras liturgias de reunión en el césped de la catedral el pasado mes de abril, cuando todavía no podíamos reunirnos dentro, nos llevó a un descubrimiento bastante imprevisto: nuestros vecinos aquí en Monument Circle y en la Mile Square realmente se dieron cuenta cuando vivimos nuestra fe, y se sienten atraídos e intrigados por nuestra proclamación de un Dios que ama a todas las personas, sin excepciones.

Nosotros utilizamos este descubrimiento y entendimiento para impulsarnos en nuestro viaje de discernimiento de 10 meses el cual comenzó el pasado mayo, mientras nos preguntábamos a nosotros mismos, a nuestros vecinos, a nuestra ciudad y a nuestra diócesis: “¿Qué nos está llamando Dios a hacer en la Catedral de Cristo? ¿Cómo podemos mostrarnos y estar presentes en nuestro barrio, nuestra ciudad y nuestra diocesis de una manera que sea transformadora, alegre y que se haga eco del ministerio de Jesucristo de llevar la buena noticia a los pobres, de liberar a los oprimidos?

Las respuestas que recibimos fueron vivificantes. Nuestros vecinos del centro de la ciudad, sobre todo los más jóvenes y los que no tienen ninguna relación con la iglesia, nos dijeron que proclamáramos con valentía nuestros valores y que utilizáramos nuestro césped y nuestras liturgias públicas para reflejar nuestra profunda y amplia comprensión del amor inclusivo de Dios y para mostrar nuestra congregación multicultural y multilingüe. Los negocios del centro de la ciudad y las organizaciones sin fines de lucro nos desafiaron a tomar un liderazgo más fuerte para reunir a la comunidad en conversaciones importantes. Los socios de la diócesis nos animaron a ser un lugar de encuentro donde pudieran venir a participar en un hermoso culto y en actos de justicia social. Las escuelas y los educadores nos animaron a reinventar nuestro ministerio de música como un recurso para el vecindario y a conectar con los estudiantes de las escuelas cercanas que están muy interesados en nuestro programa de coro como una opción extraescolar. Y nos dijeron que están hambrientos de alimento espiritual que los ayude a vivir sus promesas bautismales de buscar y servir a Cristo en todas las personas y de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Nuestro equipo de discernimiento mantuvo más de 100 conversaciones, reuniones, entrevistas y llamadas de Zoom, y estamos muy agradecidos por el amor, la atención y la energía que ustedes y nuestros vecinos aportaron a cada una de ellas. En verdad, son sus aportes, retroalimentación, comentarios, ideas, sugerencias y ediciones amorosas las que han hecho la diferencia. Y estoy muy agradecido a Andrea Hunley, Jude Magers, Ann Schulz, Emily Shrock, Matthew Stevenson y Raquel Salvador, que han dedicado tanto tiempo a guiarnos en este viaje de discernimiento.

Un comentario en particular que escuché durante nuestras conversaciones de discernimiento resumió gran parte de las ideas que se incluyeron en nuestro plan. Uno de ustedes dijo: “La Catedral de Cristo está en su mejor momento el día del Festival de la Fresa cada junio. Estamos comprometidos con nuestros vecinos, estamos viviendo nuestra fe en acción, y estamos sirviendo y conectando con nuestra comunidad. ¿Qué pasaría si todos los días en la Catedral de Cristo pudieran ser un día del tipo del Festival de la Fresa?” No podría estar más de acuerdo.

Mientras nuestro equipo de discernimiento reflexionaba sobre todo lo que escuchamos, observamos y aprendimos el pasado otoño, nuestra Junta Parroquial y el personal comenzaron a experimentar con un enfoque más dirigido hacia el exterior. Por primera vez en nuestra historia, fuimos patrocinadores principales del Círculo de las Luces aquí en Monument Circle y presentamos tanto a nuestro coro de las 10 de la mañana como a nuestro Coro Latinoamericano en la producción y en una serie de anuncios de televisión que presentaban a la Catedral de Cristo durante la temporada navideña. Nos pusimos en contacto con la Obispa Baskerville-Burrows y le preguntamos si pudiera estar interesada en compartir espacio de oficina y más ministerio juntos, como un verdadero Obispo, personal y Catedral trabajando como un equipo, y su respuesta fue una inmediato y entusiasta “¡sí!”. Nos pusimos en contacto con nuestros amigos de Coburn Place, un refugio local para sobrevivientes de la violencia doméstica, y les preguntamos si estuvieran interesados en un experimento de un año para una Adopción de una Familia virtual en Navidad, y fue un éxito rotundo.

Esos primeros experimentos, junto con todo lo que escuchamos y aprendimos, nos llevaron a nuestras nuevas declaraciones de misión y visión. Después de diez meses de trabajo, la Junta Parroquial adoptó esta nueva visión y misión el pasado martes por la noche, y que estoy orgulloso de revelarles esta tarde. Nuestra visión es que la Catedral de Cristo sea un centro espiritual de transformación para nuestra ciudad y diócesis, siguiendo a Jesucristo en la práctica de la hospitalidad radical, trabajando por la justicia, y proclamando la paz, la reconciliación y el amor de Dios. La forma en que lograremos esa visión es viviendo día a día nuestra nueva misión, que es “Glorificar a Dios. Servir a nuestros vecinos. Transformar nuestra ciudad”.

Hay cinco pilares, o áreas de enfoque, que sustentarán nuestra misión y visión y nos ayudarán a enfocar y disciplinar nuestro trabajo. Estas son las áreas a las que diremos “sí” en los próximos tres años.  Puedes leer más sobre cada pilar en el folleto del Plan Estratégico que está en el boletín de hoy o en el enlace que estamos compartiendo en línea ahora mismo en el chat en Facebook Live.

Colorante y Conector

Pilar 1 es que seremos convocantes y conectores para nuestra ciudad y diócesis. Tomaremos la iniciativa de reunir a nuestros vecinos del centro de la ciudad, a los negocios y a las organizaciones sin fines de lucro para sostener conversaciones importantes, especialmente las que se centran en la justicia racial y en servir a nuestros vecinos que están en los márgenes. Seremos más proactivos en ofrecer entrenamientos, reuniones y oportunidades para que la gente de nuestra Diócesis aprenda y sirva y abogue por nuestros vecinos necesitados, usando nuestra ubicación única cerca de la Casa del Estado para poner nuestra fe en acción cuando sea necesario. Serviremos de puente para conectar las comunidades religiosas del centro de Indianápolis, tanto episcopales como ecuménicas. Nos acercaremos de forma proactiva y estableceremos mejores relaciones con las congregaciones y los líderes diocesanos y enmendamos los momentos del pasado en los que, como catedral, podríamos haberlo hecho mejor. Y crearemos más oportunidades para que los jóvenes de la diócesis vengan y utilicen su Catedral como plataforma de lanzamiento para su entusiasmo en torno a la extensión y la justicia social.

Hospitalidad Radical

Pilar 2 está intrínsecamente relacionado con el pilar 1; como mejores convocantes y conectores, seremos un lugar de hospitalidad radical y de acogida para nuestra ciudad y nuestra diócesis. Las organizaciones sin fines de lucro y los grupos comunitarios nos dijeron que les gustaría utilizar nuestro espacio, especialmente el césped, con más frecuencia. Para ser un verdadero lugar de acogida y hospitalidad, primero tendremos que construir relaciones más fuertes entre nosotros mismos… para que luego podamos acoger a otros. A medida que COVID comienza a ser un recuerdo en el espejo retrovisor (¡esperamos!), esperamos tener más oportunidades esta primavera y verano para socializar, estar con los demás y disfrutar de la compañía de los demás. Esto nos permitirá ofrecer más liturgias públicas hacia el exterior para nuestros vecinos, como estaciones de bendición en la Noche contra el Crimen, Cenizas para llevar el Miércoles de Ceniza y altares del Día de los Muertos. Utilizaremos de forma más creativa nuestros edificios y terrenos para establecer conexiones más sólidas con los mileniales que se están mudando al centro de Indianápolis en masa, y con las diversas poblaciones latinas y afroamericanas que viven en los barrios cercanos; los comentarios que recibimos sobre nuestras adiciones inclusivas al belén esta Navidad fueron totalmente positivos y muy alentadores. Nos centraremos en refrescar la experiencia que tienen nuestros invitados cuando entran por nuestras puertas por primera vez. Y, dado que la comida es una parte tan importante de la experiencia de hospitalidad de la Catedral de Cristo, tenemos previsto establecer conexiones con empresas propiedad de minorías y mujeres que podrían beneficiarse de una relación mutuamente beneficiosa de tener una cocina en el centro de la ciudad a su disposición todos los días y que podrían ayudarnos a servir deliciosas comidas a nuestros huéspedes y miembros.

Belleza Profunda de Dios

Pilar 3 está en el corazón de nuestra vida conjunta en la catedral, y es la profunda belleza de Dios que experimentamos en el culto y que nutre y alimenta todo lo demás que hacemos juntos. Debido a que la música tiene un papel tan central en la forma en que experimentamos la belleza y la santidad de Dios, tiene varias áreas de enfoque dentro de este pilar. Reinventaremos nuestro programa de coristas para convertirlo en un programa extraescolar más específico, vibrante y cotidiano que busque establecer relaciones con los estudiantes de nuestro barrio para ofrecerles música, actividades, ayuda con los deberes y comida. Aunque, por supuesto, siempre daremos la bienvenida a todos los jóvenes de cualquier parte de Indianápolis que vengan a formar parte de nuestros coro, nos centraremos especialmente en establecer conexiones con las escuelas cercanas a la Catedral durante los próximos tres años. Seguiremos reflejando e integrando una diversidad de cantantes, compositores y culturas en nuestro culto habitual. Y mejoraremos nuestra serie de conciertos, centrándonos en la creación de asociaciones locales con las universidades cercanas, las residencias de ancianos y los grupos de la comunidad para conseguir una mayor asistencia y compromiso del público. También sabemos que la Belleza Profunda de Dios no se limita a la música, por lo que buscaremos otras formas de forjar asociaciones más sólidas con las organizaciones artísticas locales, para presentar regularmente las obras de los artistas locales en el edificio de la Catedral, y para ofrecer ocasionalmente servicios de culto experienciales en coordinación con la comunidad artística local. (Como intérprete ocasional, me encantaría planificar un servicio de culto emergente con el IRT o el Phoenix Theater). Por último, dado que experimentar la profunda belleza de Dios en nuestro culto es tan esencial para nuestra vida espiritual, nuestro plan nos llama a ofrecer oportunidades para ayudarte a profundizar y desarrollar tu comprensión de nuestras prácticas litúrgicas, de modo que lo que hacemos aquí dentro nos alimente realmente para salir y hacer la obra de Cristo en el mundo.

Espiritualidad en la Comunidad

Pilar 4 es que profundizaremos nuestra vida espiritual juntos como comunidad y en la comunidad. Hemos escuchado de ti y de nuestros vecinos que todos queremos tener más oportunidades para aprender sobre nuestra fe, la Biblia, las prácticas espirituales, y vivir nuestras vidas como personas fieles, pero no necesariamente en el edificio de la iglesia. Experimentaremos con más oportunidades públicas para la formación espiritual y la conversación en lugares como un pub en Mass Ave o una reunión en el espacio común de los apartamentos Artistry en el centro. Imaginemos un estudio bíblico en la biblioteca de Irvington, un grupo de oración y estudio bilingüe en Los Patios de Speedway, o una serie de estudios de Cuaresma en la Pancake House de la calle 86. En lugar de ofrecer clases al azar, tenemos la intención de desarrollar e implementar un programa integral de formación para adultos que profundice nuestra fe, el conocimiento de la Biblia, la identidad y las prácticas anglicanas, y que nos conecte con los demás, de modo que, si usted es nuevo en la fe cristiana o en la Catedral de Cristo, o ha estado aquí toda su vida, hay una oferta de formación espiritual para usted que lo desafía a crecer. Y, tenemos la intención de renovar completamente nuestros programas de formación para niños y jóvenes, teniendo en cuenta que parte de la formación puede ocurrir durante los días de semana con nuestro programa de coristas.

Fe en Acción

Pilar 5 es el más crucial de nuestra visión y misión, y consiste en poner nuestra fe en acción práctica siguiendo la invitación de Jesús de “llevar la buena noticia a los pobres, proclamar la liberación a los cautivos y la recuperación de la vista a los ciegos, dejar libres a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor”. Basándonos en las necesidades que hemos escuchado de nuestros vecinos del centro de la ciudad, en las conversaciones con posibles socios sin fines de lucro y en sus comentarios, hemos decidido fielmente reducir nuestros esfuerzos de alcance para los próximos tres años a tres áreas clave: el ministerio con las personas que experimentan la falta de hogar, la defensa de las prácticas justas de inmigración y la ayuda a las personas con necesidades de inmigración, y el trabajo para interrumpir y poner fin al racismo sistémico. Nuestro equipo de alcance desarrollará fuertes asociaciones con grupos locales sin fines de lucro en estas áreas de enfoque para ofrecer a todos nosotros oportunidades de ministerio práctico, y donde podamos dirigir nuestras subvenciones de convenio para hacer una diferencia transformadora en los barrios que nos rodean. Mejoraremos nuestro Ministerio de Desayunos Comunitarios de los domingos invitando a socios de la comunidad y a organizaciones sin fines de lucro para que ofrezcan a nuestros invitados servicios sociales mejorados y también oportunidades para experimentar el arte y la belleza y la conversación junto con su desayuno. Pediremos a la Fundación de la Catedral que estudie la posibilidad de invertir una parte de nuestra dotación en inversiones relacionadas con la misión que se ajusten a nuestras prioridades estratégicas. Crearemos oportunidades más fuertes para que nuestros jóvenes activen su entusiasmo y sean líderes en el alcance. Y desarrollaremos nuestro ministerio de servicio para invitar a la gente de la Catedral a invertir generosamente en nuestro ministerio como un acto de discipulado y como una disciplina espiritual.

Es un plan ambicioso, sin duda. Pero en este momento sin precedentes en nuestro mundo, estado y ciudad, en el que nuestra vida cívica común está tan maltrecha, en el que las divisiones y la discriminación son campantes, en el que la religión parece estar perdiendo terreno, y en el que sería fácil para nosotros volvernos hacia adentro, Jesús nos está señalando hacia afuera. Nos llama a no retroceder, sino a ir a ver a la viuda, al huérfano y al leproso; nos invita a relacionarnos con personas que no son los sospechosos religiosos habituales; nos desafía a ver a nuestro prójimo y a nuestro vecindario con una mirada nueva…. y a hacer todo esto con la mentalidad de liberar a los cautivos, de liberar a los oprimidos, de llevar la Buena Noticia a las personas que más necesitan oírla, con nuestras palabras y nuestros actos.

Amigos, tenemos muchas buenas noticias que compartir. Tenemos un Dios que nos ama incondicionalmente y más de lo que nunca sabremos. Contamos con la ubicación más maravillosa en el Estado de Indiana y la ciudad de Indianápolis desde donde podemos ofrecer ministerio y hospitalidad. Tenemos tanto nuestros recursos financieros como los de nuestra dotación, ofrecidos por los fieles a lo largo de los años, para marcar una diferencia tremenda y transformadora en la vida de nuestra ciudad y diócesis. Tenemos un vecindario vibrante e interesante en el que cada día se mudan más personas. Y los tenemos a ustedes, el pueblo de Dios, aquí porque han respondido fielmente a la invitación de Jesús de amar al prójimo como a ustedes mismos. Tenemos lo que necesitamos para realizar esta labor. Ahora, que Dios nos conceda la valentía y la energía para hacerlo, la gracia para reírnos y divertirnos en el camino, y la fe para creer que realmente seremos un centro de renovación espiritual mientras glorificamos a Dios, servimos a nuestros vecinos y transformamos nuestra ciudad. Amén.