Querida y muy apreciada familia de la iglesia,

Con gran humildad y profundo agradecimiento les escribo esta carta, para anunciarles mi salida de esta gran comunidad como la asociada mayor, para aceptar una posición en la Diócesis del sur de Ohio como Canóniga de la Obispa y servir con la Obispa Kristin. 

Cuando comenzó mi trabajo con ustedes, yo sabía que no permanecería aquí por un largo tiempo. El papel y la responsabilidad de una catedral es ser a la vez un centro de transformación local y un santuario para santos que buscan una conexión más profunda con lo divino en comunidad, al mismo tiempo que preparan líderes para la iglesia en general. He encontrado mi nicho en el liderazgo desde la segunda posición y estoy muy agradecida. 

Trabajar junto a Deán Gray y la directora de operaciones, Crystal Stone, ha sido uno de los trabajos más gratificantes al que me han invitado. Pero la alegría que tengo al trabajar con los talentosos líderes y el personal del ministerio que se presentan todos los días entusiasmados para ayudarlos a llevar a cabo esta audaz misión para la ciudad y la diócesis, bueno, no es poca cosa dejarla pasar. Ustedes son increíbles. Me han enseñado mucho sobre lo que significa trabajar en un ambiente positivo, colaborativo y generador de vida. Los amo a cada uno de ustedes y los extrañaré mucho.

Creo que la obispa Kristin Uffelman White me ha pedido que haga este trabajo con ella por lo que nos vio a ustedes y a mí hacer juntos aquí. El amor que nos tenemos unos a otros es contagioso y ahora se me pide que vaya a compartir ese amor con más santos que lo necesiten. Mi puesto comenzará el 16 de abril. ¡Esto significa que mi último domingo con ustedes será el 7 de abril!

Sé que esto se acerca rápidamente y, si bien soy consciente de que habrá emociones encontradas al respecto, estoy seguro de haber dejado este lugar en buenas condiciones para entregárselo a su próximo Vicario Canónigo/a. Ya he estado orando por esta persona que podrá unirse a esta increíble iglesia y liderar junto a nuestro muy talentoso personal, a quien he tenido el honor y el privilegio sagrado de servir y liderar.

Santos de Dios, no esperaba que se presentara esta oportunidad, especialmente no tan rápido, pero tampoco tengo ninguna duda de que lo que hemos hecho juntos en mi poco tiempo entre ustedes fue santo, bueno y digno de celebración.

Los extrañaré a todos más de lo que puedo expresar. ¡Siempre los mantendré en un lugar especial y no puedo esperar a ver qué es lo próximo que nuestro Dios amoroso sacude aquí en el poderoso círculo de Indianápolis!

Deán Gray comunicará los próximos pasos para buscar y llamar a mi sucesor en los próximos días. ¡Por favor mantengan a nuestro personal en sus oraciones y sigan adelante! Hay tanta gente que necesita conocer acerca del amor y la misión que se lleva a cabo en este lugar. Estoy muy agradecida por el tiempo que he pasado entre ustedes.

En la Paz de Cristo-

La Reverenda Jodi