Actos de Servicio Amoroso
Los fastidiosos Fariseos y escribas en la época de Jesús tienen muy mala reputación a través de gran parte del Nuevo Testamento, incluso en el pasaje del Evangelio designado para este próximo domingo. Jesús reacciona a sus quejas por la negligencia de sus discípulos en el ritual de lavarse las manos. Sin embargo, me pregunto ¿Cuántos de nosotros en nuestro tiempo asolado por la pandemia podríamos beneficiarnos de la higiénica meticulosidad farisaica en el lavado de manos? Sin mencionar el uso de mascarillas y la vacunación….
Del mismo modo, la carta de Santiago ha recibido golpes a lo largo de gran parte de la historia cristiana, especialmente por el pasaje que escucharemos. El escritor insiste a “no basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se estarían engañando ustedes mismos,” lo que llevó a Martín Lutero, por ejemplo, a calificar todo el libro como “una epístola de relleno.” El gran reformador lo leyó (¿o lo interpretó mal?) como una promoción de obras de justicia, la noción de que el amor salvador de Dios es una recompensa que debemos ganar por nuestras buenas obras en lugar de un regalo inmerecido que a su vez nos libera para vivir vidas de fe y gratitud. En servicio amoroso a Dios y unos a otros. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros en nuestro tiempo asolado por la pandemia podríamos beneficiarnos de un énfasis similar al de Santiago en las buenas obras, actos de servicio amoroso los unos a los otros y por lo tanto a Dios? Como ponerse el cubrebocas y vacunarse….
Sorprendente, ¿no es así, cómo estos textos antiguos tienen una forma de hablarnos ahora?
Acompáñenos este domingo, o cualquier domingo. La conversación puede ser más animada.
-El Reverendo Thomas Kryder-Reid
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